Monday, November 14

No voy en tren....voy en avión...

- ...Y no me digas pobre....por ir viajando así... -

Martes 18 de Octubre. Temuco. Eran cerca de las 16 horas y ya estaba aburrido en la oficina. En realidad, ya no me quedaba nada más que hacer ahí y solo pensaba en mi viaje en avión hacia la capital. Revisaba la reserva, la confirmación, y a pesar de que no es la primera vez que vuelo, siempre tengo un alto grado de inseguridad. Y lo más extraño es que no me da miedo el hecho de volar, al contrario, lo disfruto enormemente. Lo que me descompone es el ambiente que rodea el vuelo.
Siempre ha sido para mi una incongruencia el trato que se tiene con la gente que vuela. Siento que falta mucha información, los procesos son engorrosos, y, por lo menos yo, siempre me siento perseguido. Tengo que revisar dos veces qué llevo en el bolso de mano para evitar portar algún "objeto prohibido". Una vez en el aeropuerto, el trámite del chequeo. Prefiero el chequeo por internet en que tu solo te presentas casi 15 minutos antes del vuelo y nadie te pregunta nada. En fin... arranqué de la oficina cerca de las 17 horas en un taxi que me llevó al aeropuerto. Sabía que iba adelantado pero solo quería salir. Una vez en el aeropuerto me sentía tranquilo porque había poca gente. Entregué mi maleta sin problemas, compré una revista y mi infaltable "Super 8" (hay cosas que solo los chilenos entendemos...) y me senté a esperar. Avanzaba por las páginas de mi "Conozca Más" (¿o Muy Interesante?...) cuando noto como empieza a llegar la gente. Y con ellos el stress para mi. El pequeño aeropuerto (desconocido para mi) se repletó de viajantes (3 vuelos salían a la misma hora) y empiezan a llamar para embarcar (¿Donde está la sala de embarque?????!!!). Mi revista ya había quedado de lado hace mucho, porque no lograba concentrarme (nerviosismo, las cuicas que no paraban de hablar detrás mio, la gente que iba y venía). Me sumo a la cola para pasar por los detectores de metales. Asumí que al notebook que llevaba no le pasaría nada (y por suerte fue así). Como siempre ha sido, me sonó el detector; había olvidado el celular en el bolsillo. Paso y vuelve a sonar (a todo esto en el nerviosismo, tire todo por la maquina de rayos...mi ticket, el carnet...por suerte no se perdieron). Una vez superada esta etapa (es el cinturon lo que suena), viene la espera por el vuelo. No es que yo sea alguien muy viajado, pero he tenido la suerte de volar en aeorpuertos modernos, por lo que la información es abundante (salvo en Valdivia que sale un vuelo al día, no hay donde perderse).
Como ya dije, habían tres vuelos seguidos, dos de los cuales eran LAN a la misma hora...(¿coordinación?). Obviamente me equivoqué de puerta de embarque pero lo corregí. Y ahora vuelvo a los temas desagradables. Me molesta la manera en que cuando abren el abordaje, TODOS se lanzan a la puerta, sin respetar zonas de embarque, órden ni nada...Después la gente que se demora un mundo en sentarse, se cambian de asiento, hacen taco....en fin. Ya estamos sentados para partir.
Toma ubicación en la pista y se siente el empuje inicial. Esa es la situación más agradable para mi. Esa fuerza desarrollada por los motores...sobrecoge. Y observo hacia adelante y me doy cuenta de lo pequeña que es la cabina. Seis asientos más un pasillo...solo un poco más ancho que una micro. Y el techo harto más bajo...
La comida bien (claro que hay que tragar porque el vuelo es tan corto que te sirven y te quitan de inmediato). Y viene una escena que me quedó marcada...
Ya había anochecido por lo que dentro del avión solo había una luz tenue...todos en silencio salvo una guagua que lloraba a lo lejos. Me sentía casi como camino a un campo de concentración en una pelicula. O viajando en medio de la guerra...fue un momento mágico que fuera de ser escalofriante, tuvo su carácter emocionante al asociar el entorno al cine.
Y para terminar...se recuerda por los parlantes "no ponerse de pie hasta que el avión se detenga y se apaguen las señales". Por lo menos esta vez se respeto, pero fue impresionante la coordinación para cuando sono el pito, se escucha un seco ruido de varios cinturones soltándose al unísono y la gente que saltaba de su asiento para bajar las maletas, tomar sus cosas. Me pregunto...¿cual es el apuro? Igual hay que esperar que abran las puertas, además de que con ese techo tan bajo, uno queda con el cuello doblado...
Ya abajo, esperando mi maleta en el carrusel (y rezando porque no se haya perdido) veo esa emoción de gente esperando gente, reencuentros...mientras tomo mi maleta y salgo rumbo al bus hacia pajaritos para combianar hacia viña.
Fueron 800 kilómetros más para mi cuenta Lanpass y una nueva confirmación de que no hay como viajar en BUS...es tan informal ese medio de viaje que me acomoda mucho más y que hace menos justificable pagar en exceso para que te traten mal, sufras de delirio de persecución y pierdas tiempo en una sala de embarque en vez de poder empezar a dormir en mi comodo (y ancho) asiento de bus, escuchando mi minidisc sin que me digan que lo apague y conectado al mundo con mi celular encendido....
(ya son las 15:00 hrs...hay que volver a producir por el país...2 horas de colación es como musho o no?)