22:00 (pero del día siguiente)
Solo para que no pierdan el hilo, contaré de forma breve el lapsus temporal (aparte que entremedio solo hubo trabajo, cosa que no es lo interesante de los viajes de los ejecutivos “lolos”. Tomé transfer y atravesé toda Antofagasta para llegar a destino (chita la ciudad pa larga...). Llegué al hotel, check-in y a la pieza. Una ducha (solo para aprovechar que no me tengo que preocupar de secarlas para el día siguiente) y al sobre.
El desayuno si que fue ejecutivo... lleno de personas (puros hombres) hablando distintos idiomas, todos nuevamente con notebook al hombro. Lo mejor, los cuchiflis con manjar. De ahí a la pega, bla bla bla, y a las 21:30 de vuelta al hotel. Algunas llamadas de rigor y bajar a comprar algo para comer (sándwich de pastrami con un néctar y un alfajor). Desistí de la idea de salir a comer porque cerca no se ve nada atractivo, además de que tenía la esperanza de encontrar alguna película buena en el cable (de hecho estoy viendo “Perfume de mujer”, esos clásicos que sabes que son buenas pero no recuerdo al detalle la historia, pero si la trama...). Y mientras la tele avanza, Werek suena en el notebook y el disco duro empieza a quemar la pierna, termino el relato del lolo. Esos son los hechos. Mañana a las 8 me pasan a buscar.
¿Sentimientos?, si, varios, gracias.
1.- Emoción sin igual hacer la música y escuchar la magia que se crea en el grupo.
2.- El tango esconde una pasión violenta detrás de una cara elegante (no confundir con que lo cortez no quita lo cali...)
3.- Las mujeres siempre están con el hombre equivocado... (obvio! Por algo no hay ninguna conmigo jejeje). En verdad el comentario es por la película.
4.- ¿Podré escaparme mañana a conocer la ciudad? Tendré que inventar algo pero lo veo difícil. Parece que efectivamente va a ser un viaje de trabajo.
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