Tuesday, January 10

Para enamorarse bien hay que venir al sur....

(versión cartucha)
Con este título no esperen algún tipo de confesión o “experiencia religiosa”. Solo fue lo primero que se me ocurrió.
Por trabajo me ha tocado (o he hecho que me tocase), viajar al sur y compartir con gente de esa zona. Es obvio que llevo cierta ventaja al haber vivido 10 años en Puerto Montt y quizás por eso estos viajes me despiertan ciertos sentimientos.
No se si soy parcial en este comentario, pero la vida del sur es envidiable. Queriéndolo o no, en Santiago y Viña la vida anda mucho más rápido. En el último viaje a me reencanté con este estilo. El relajo de la vida, las pequeñas ciudades que permiten estar en 5 minutos en cualquier lado, el cariño de la gente, el ritmo del mundo...parece que allá la Tierra gira más lento. Fue una tranquilidad, un contagiarme de paz. Cierta ingenuidad en el aire, pero no por tontera, sino por simplicidad.
Y Puerto Montt... que bella ciudad. No se si será la arquitectura, el paisaje, el aire...pero a mi me produce cosas. Tiene ese carácter nostálgico de dejar atrás una etapa, dejar amigos, de partir al gran desafío de la universidad. Y cuando voy allá me reencuentro con eso que idealicé. El mall (pequeño y todo) es una visita obligada; solo con recorrerlo (que no toma más de 15 minutos) ya me siento feliz. Ver ese mar, saludar gente conocida, ver el colegio, gente viviendo lo que uno vivió.
Y para coronar la torta, el reencuentro con mi gente. Particularmente la Monse y la Dany (bueno, MaRo también pero a ese no he tenido tiempo para echarlo de menos). Una entretenida conversación, intima, pero con la sensación de que seguimos igual, que el otro siempre ha estado. Solo nos estamos poniendo al día, o ni eso..estamos compartiendo, porque uno se siente tan parte del otro.
Todo sigue igual, es el ancla que frena el buque del tiempo. Permite parar, cargar baterías y seguir adelante.
Fue solo una tarde (no podía justificar más tiempo de trabajo por allá) pero disfrutada a concho. Ahora trabajo, soy profesional, pero con esto fui a contarle a mi ciudad en que estoy. Me vio crecer, me vio partir a la universidad. Varias veces le renové mi imagen estudiantil. Y ahora tenía que hacerla parte de mi nueva etapa, como quien le cuenta a la abuela que ve cada dos año, que ha sido de mi vida.

No comments: