Suena mejor eso que “aprovechando que estoy enfermo de aburrido y congelado en el hotel de Temuco”. Por la segunda parte ya hice algo; comí una lasaña (no muy buena por cierto) con un te (bastante cagón el vaso pa uno que toma en tazones de medio litro); además, ya prendí la calefacción de la pieza (de hecho me estoy empezando a acalorar...). En fín, con todas las necesidades satisfechas y con una noche con CERO emoción por delante, disfrutaré de la pasión de escribir. Espero en un rato más poder decir que fue fructífero... ya lo veremos.
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