Saturday, October 21

17/10/06 En París el perla!

(escrito el 18/10/06, aun en la Gare D'Austelitz)
Al momento de soñar este viaje había solo un ciudad clara, París. Podría hacer el comentario arribista "es la sangre la que tira", pero siempre he sido un enamorado de esta ciudad, y mucho más ahora después de visitarla. Pero vamos por partes.

Viaje Venezia - París
Nuevo viaje en tren nocturno. Teníamos la esperanza de que este tren estuviese más desoccupado. Error. Llegamos a nuestra cabina y ya habían 3 personas adentro instaladas. Una pareja francesa en las literas de arriba y otro francés en la del medio. Nosotros teníamos asiento en la de abajo y del medio, al frente.
Malos presentimientos se cruzaron por mi cabeza (6 personas en un espacio reducido, 3 de ellos francreses... me huele mal, literalmente). Por suerte no fue para tanto. Lo simpático es que toda la comunicación fue a través de gestos (apagamos la luz?, cierra la cortina, el aire funcionará?). Al final fuimos 4 franceses y 2 chilenos en la pieza. El último francés hinchó harto... parece que le complicó el hecho de tener la c abina llena.
El viaje sin mayor novedad y nos despertaron para anunciar la entrada a París.
Bajamos y directo al metro. Los planos de las lineas de metro han sido nuestros mejores amigos (13 lineas de metro, algunas con subrutas, hacen las combinaciones algo un poco más entretenido). Al llegar al hotel nos dicen que está lleno, pero que nos ubicarán en otro de la misma empresa, a una cuadra de distancia. Ese si que quedaba literalmente EN FRENTE del Moulin Rogue... bueno, era cosa de ver los negocios vecinos... Sex Shops, entretenciones para adultos. En la noche, mientras buscabamos un lugar donde respaldar nuestras fotos en CD, comprobaríamos que es el barrio con más vida nocturna de París.
Tomamos el "petit dejeneur" mientras esperabamos que nos asignaran habitación. Obviamente con pan baguette.

(Estamos ya en el tren a Madrid y acaban de llegar dos chinas corriendo y sin aliento que me hicieron recordar nuestro cambio de tren en 7 minutos. Alcanzaron justo el tren porque detrás de ellas se cerraron las puertas)

Canbio de ropa y a la calle con destino al Sacre Coeur. Nos llevamos la primera sorpresa... no teniamos en nuestros libros que París tuviera cerros. Bueno, para llegar a nuestro destino tuvimos que subir a uno.
La iglesia es enorme... hasta con altares secundarios donde facilmente se podrían celebrar misas en paralelo.
De ahí tomamos rumbo al Arco del Triunfo. Correspondientes fotos y comenzamos a caminar por los Campos Eliseos. Durante todo el tayecto la torre Eiffel coquetea con uno, asomandose y escondiendose en cada esquina.
Mientras caminabamos, acompañamos nuestros pasos con baguette de jamón y QUESO... del bueno. Y mi postre, un crêpe con nutella...mmm ñami ñami.
Desviamos nuestro destino original (Louvre) y doblamos para atravesar el Petit y el Grand Palais y cruzar el Seine (Sena) hacia el Hotel des Invalides. Ya estando ahí seguimos hacia la escuela militar. Compramos unas frutas en un supermercado ($1.400 el kilo de manzanas) y doblamos a la derecha para entrar de lleno al Champ de Mars donde a medida que avanzábamos, los árboles se iban haciendo un lado para darle el paso a ella, la Tour Eiffel.
Espectacular... se te olvida que al rededor hay una ciudad con preocupaciones, trabajos, movimiento... los espacios verdes son las murallas perfectas para dejar fuera al tiempo y congelar ese momento. La torre luce con toda su arquitectura, esa oda a la ingeniería se alza en medio del espacio transformándose en arte.
Correspondía ascender a ella hasta el último piso donde ves todo París sin ningún impedimiento. Hasta se veía Santiago de Chile! (bueno no se veía por la curvatura de la Tierra, por lo menos sabiamos hacia donde mirar).
Hicimos hora en los alrededores para esperar la torre iluminada. Según leímos, cada 1 hora la iluminaban por 10 minutos... pero era muy temprano... decidimos ir a ver otro lugar mientras, pero con una rápida mirada hacia atrás nos dimos cuenta de que estaban prendiéndose los focos... corrimos para encontrar la mejor vista y nos paramos en el Palais de Chaillot y sentía como la adrenalia corria por la sangre... una imagen sobrecogedora, verla brillar en la noche... las más de 15 fotos que debo haber sacado con las dos cámaras solo buscaban perpetuar ese momento para siempre. Además el ambiente, plagado de gente en las mismas que yo, daba esa atmósfera especial. Con eso, solo quedaba ir a descansar y calmar el corazón.

1 comment:

Anonymous said...

Creo q este es tu lugar de quedarse mudo. En el suplemento de la tercera el dia domingo 22/10 habia un articulo en que decía que cada viajero tenia uno de esos lugares donde no habia nada que decir, enmudecido, pero si se tenía olfato, vista y oido, pero nada que decir. Tenia un nombre especial, pero no lo recuerdo.
Encontrate tu lugar de quedarse callado.
Camila