Ciudad Real, día 1

20/10/06 Erasmus por un día
Nos levantamos tranquilamente en Madrid a las 9:00 hrs para ir a tomar el tren hacia Ciudad Real. Hicimos la correspondiente cola para comprar pasajes y conseguimos para como 2 horas después (no le achuntamos a niuna). Viajamos en el AVE, tren de alta velocidad, y en una hora estuvimos en destino. Bajamos las escaleras y ahí estaba Alvareque esperándonos. Que emoción volver a vernos. Y su mayor alegría es que iba a poder hablar nuevamente en chileno y rápido! (en España no le entienden, así como a ellos no se les entiende nada cuando hablan a la rápida).
Nos fuimos a su piso (dpto) a dejar los bolsos. A todo esto se rajaba lloviendo...Cuando llegamos conocimos a 2 de los tios (gallos en chileno) con los que vive, que aun estaban convalecientes del botellón (tomatera) del día anterior, y nos fuimos a almorzar por ahí por el barrio. Pedimos tres menús, dos bebidas y una copa de vino. Trajeron las bebidas y una botella de vino! parece que no nos estamos entendiendo... Y pensamos que nos iban a cobrar la botella completa (de la que sobró más de la mitad), pero la botella estaba incluida, no así las bebidas...plop.Salimos a recorrer el pueblo, el cual me sorprendió gratamente al ser más grande de lo que pensaba, así como con mejores "atraciones"... Alvaro me entiende.
Fuimos al super para comprar cosas para la merienda (once) y, fuera de descubrir los cinco tipos de Coca-cola, conocí la idea genial que me hará millonario!... lo siento Alvaro, yo llego primero a Chile así que patentaré el invento.Ya el espíritu turista estaba agonizando y murió definitivamnte cuando cancelamos el paseo por Toledo. El discernimiento entre carretear en España y levantarse para tomar bus a las 8:45 se inclinó hacia el alcohol.... Obviamente ambas actividades eran incompatibles.
Tomamos la once y tras conversar de la vida, nos fuimos "de copas y tapas".
Primero nos fuimos a tomar unas copas de vino tinto dulce (excelente) con tapas (pancitos con "cosas" para acompañar el trago). Como no hay primera sin segunda, fueron dos las raciones por persona.
Ya con los motores encendidos, fuimos a recorrer la noche Citarealina. Recorrimos medio pueblo buscando el barrío del torreón (el Suecia de allá), preguntando a distintas personas, hasta que dimos con él.
(Los españoles la mataron pa complicarse cuando uno les pregunta como llegar a algún lado; "todo recto, todo recto", "en la plaza está el correo y la diputazión" x dos o tres veces, "no por esta, por la otra, y bueno, por la otra también, ves que son paralelas y bueno, tu sabes..." Zzzzzzz... jajaja).
Al llegar al torreón, timidamente preguntamos si podíamos entrar a un local a mirar y aprendimos la lección: "estamos en España donde, a diferencia de chilito, les da lo mismo si entras o sales sin consumir".
Así recorrimos y entramos en todos los locales del sector bajo la incesante lluvia. Nos desilucionamos un poco porque era la una de la mañana y había cero vida. Finalmente decidimos entrar a tomarnos un copete al local donde supuestamente era la fiesta Erasmus (así se les dice a los de intercambio). Nos sirvieron el ron y al primer sorbo el pub se transformó. No sabemos si fue producto de la mezcla de alcoholes o un cambio de realidad paralela pero la noche se transformó.
Primero, fue llegando gente de todo el mundo. Luego obtuve mi credencial de estudiante de intercambio (¿?) y se llenó el local... un deleite para la vista jejeje. Un guatemalteco nos presentó a una alemana (raro lo de saludar con dos besos) que lo único que quería era hablar con chilenos porque, en su año de intercambio en Calama (¿Calama? quien se va de intercambio a Calama?), había aprendido "chileno", y en España nadie le entendía los "cachai", "estoy enojado", etc...
Después nos presentaron otra alemana, vimos gente de Lituania, Turquía, Italia, en fin, un carrete Cosmopolita.
Ya a las 4:30 optamos por largarnos y afuera había mucha gente esperando por entrar... por lo visto le achuntamos al mejor carrete de la noche. Y por una noche me interioricé en el mundo Erasmus...bueno, en el lado "entretenido" del intercambio.